Día mundial del Alzheimer
El 21 de septiembre se celebra el Día mundial del Alzheimer. En este día se habla mayoritariamente de los factores biológicos, de los avances científicos, de la respuesta social, del apoyo a las familias… pero, ¿hemos pensado alguna vez qué relación hay entre demencia, edadismo y victimización de las personas mayores y, sobre todo, qué efectos tiene?
En algunas ocasiones, se producen situaciones de violencia contra las personas mayores con demencia que quedan invisibilizadas porque el edadismo social asocia las consecuencias de esta violencia (caídas, hematomas, fracturas, insomnio, depresión, ansiedad…) a la situación de demencia y a la vejez. Muchas veces, el primer pensamiento ante estas situaciones suele ser: «Se habrá caído. Se agita. Claro, es mayor, tiene (o tendrá) demencia». «Lleva muchos años de cuidados, la cuidadora o el cuidador está cansado». Son frases que hemos oído en varias ocasiones, ¿te suenan a tí también?
Otras veces, cuando es la persona mayor con demencia quien ejerce la violencia física o psicológica, esta queda oculta bajo frases como «Tiene demencia, es normal que se ponga agresivo.», sin indagar en su biografía para saber, por ejemplo, si se trata de una larga historia de violencia de género o de otro tipo.
¿Qué consecuencias tiene esta asociación edadista y estereotipada?
- Se invisibiliza la singularidad victimológica de las personas mayores.
- Se incrementa la vulnerabilidad de las víctimas mayores, porque no se identifican los casos desde el punto de vista victimológico y, en ocasiones, se resuelven con una excesiva medicalización.
- Se proyecta una imagen social sobre las demencias que tampoco beneficia a quienes se encuentran en esta situación.
La aportación de la gerontocriminología
Desde nuestro equipo Y-logika y bajo el termino Gerontocriminología® que hemos acuñado, abordamos estas cuestiones analizando los factores explicativos de esta situación y proponiendo actuaciones orientadas a visibilizar la victimización de las personas mayores, a conocer sus singularidad victimológica y a garantizar su seguridad y su calidad de vida.
Con motivo de este 21 de septiembre os dejamos una reflexión: ante estas situaciones,¿pensamos realmente en la posibilidad de una victimización y buscamos indicios para confirmar si es así o no, o nos vencen los estereotipos y el edadismo desde el primer momento?