Buenas prácticas en Longevidad: Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores

 

Buenos días Maite, cuéntanos un poco cuál ha sido tu trayectoria profesional y cuáles son tus responsabilidades dentro de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.

 

Soy psicóloga de formación, y mi trayectoria profesional se ha desarrollado en la administración pública, vinculada siempre al ámbito social. Primero, y durante cerca de 20 años, en la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo (FSE) en España, en la coordinación y seguimiento de las Iniciativas Comunitarias de Recursos Humanos del FSE dirigidas a la inserción social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad y especiales dificultades de inclusión.

En noviembre de 2011 me incorporé al Imserso dedicada especialmente a la coordinación del Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional – 2012, fue mi primer contacto con políticas y programas dirigidos a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, y con la idea de envejecimiento y ciclo vital. En la actualidad, y desde 2013, trabajo en la Coordinación de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores en España, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e impulsada por el Imserso en nuestro país en el marco de un acuerdo de colaboración OMS-Imserso.

Nuestro trabajo tiene dos ejes prioritarios para impulsar y consolidar la Red en España:

  • Difundir, formar y asesor para facilitar la adhesión de los ayuntamientos a la Red, en coordinación con la OMS.
  • Generar, tejer una Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores para facilitar el intercambio de conocimiento, experiencias y aprendizajes basados en la evidencia.

 

Estos 10 años, desde que inicié mi trabajo en la coordinación de la Red, han sido un aprendizaje continuo. También, una toma de conciencia de muchas realidades del entorno físico y social que nos rodea, que nos afectan de forma diferente a medida que envejecemos y que influyen en la forma en que vivimos la etapa vital de la vejez. Es necesario trabajar para mejorar y crear entornos amigables con las personas mayores, tanto físicos como sociales, promoviendo y apoyando este movimiento mundial de amigabilidad.

 

Me gustaría que nos contaras brevemente la historia de la Red, así como sus características más importantes en cuanto a objetivos y funcionamiento.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa desde hace más de una década la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores para abordar el envejecimiento de la población, de forma generalizada en todo el mundo. El objetivo de la Red es contribuir a la creación de entornos físicos y sociales que promuevan y faciliten un envejecimiento saludable y satisfactorio, con el fin último de mejorar la calidad de vida de las personas mayores y facilitar que continúen participando en la sociedad de manera plena y activa.

La propuesta metodológica de la OMS para la Red se orienta al ámbito local, y aborda de manera transversal los aspectos que afectan al día a día de las personas en sus pueblos y ciudades. Y lo hace promoviendo la participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus necesidades, opiniones y propuestas en el proceso de análisis y mejora del municipio, e implicando también a otros sectores y actores locales, para facilitar una respuesta coordinada al envejecimiento de la población y a la calidad de vida de la población de mayor edad.

Por lo tanto, dos características fundamentales son:

  • La participación de las personas mayores del municipio, en un proceso de mejora continua del pueblo o ciudad en la que viven. Se trata de pasar de “trabajar para” a “trabajar con” las personas mayores, a través de grupos focales en los que se trabaja diferentes aspectos físicos y sociales relacionados con el entorno local.
  • La transversalidad, ofreciendo un marco para evaluar un contexto local concreto a través de ocho áreas de trabajo: edificios al aire libre y edificios, vivienda, movilidad y transporte, respeto e inclusión social, participación social, comunicación e información, trabajo y participación ciudadana, servicios sociales y de salud.

 

Además, los procesos de amigabilidad se caracterizan por su enfoque local y multisectorial, con la participación y colaboración de otros actores locales que contribuyen desde distintos ámbitos a la mejora del municipio (responsables políticos, tejido asociativo, organizaciones de mayores, agentes sociales, academia, colegios profesionales, proveedores de servicios…)

 

 

Una ciudad o pueblo amigable es un entorno inclusivo y accesible que facilita el acceso a los servicios, a los recursos y la participación plena y activa de las personas mayores en todos los ámbitos de la vida de un municipio, sin excluir ni discriminar a las personas a medida que envejecen. Un municipio amigable mejora, por ejemplo, las posibilidades de participación social, de movilidad y desplazamiento, el acceso a actividades de ocio y culturales, el acceso a servicios sociales y de salud, fomenta el respeto y las relaciones intergeneracionales, etc…

La Red ha tenido un crecimiento sostenido desde su creación en 2010, en este momento algo más de 1.500 ciudades y comunidades en 51 países forman parte de ella. España es uno de los países con más municipios adheridos, actualmente 251 municipios españoles forman parte de esta Red.

 

 

La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2023), aprobada por Naciones Unidas e impulsada por la OMS, reconoce la importancia de promover y desarrollar ciudades y comunidades amigables con las personas mayores, y las identifica como uno de los cuatro ejes prioritarios para fomentar las capacidades de las personas mayores y un envejecimiento saludable y satisfactorio.

Es importante también comprender que se trata de un proceso de mejora continua, formar parte de la Red no significa una acreditación automática de ser una localidad amigable con las personas mayores, sino que refleja el compromiso de un ayuntamiento de escuchar las necesidades de su población de mayor edad, evaluar y hacer seguimiento de sus políticas para promover la amigabilidad con el envejecimiento. Formar parte de la Red también supone un compromiso con la metodología propuesta por la OMS, y compartir experiencias y aprendizajes con otras ciudades y pueblos.

 

¿Cuáles son los beneficios para un municipio que forme parte de esta Red? ¿Y cuáles son los beneficios para las personas mayores?

 

Creo que va aumentando la conciencia de la necesidad de contar con entornos amigables con las personas mayores, no sólo como herramienta para abordar el envejecimiento de la población, sino porque todas las personas envejecemos, y si nos visualizamos a nosotras mismas como personas mayores, tomamos conciencia de en qué entornos nos gustaría vivir y, sobre todo, en qué tipo de entornos no nos gustaría vivir.

Los beneficios de unirse a la Red son muchos, pero los resumiría en que facilita una respuesta local al fenómeno del envejecimiento demográfico y adaptada a las necesidades de las personas mayores de ese municipio, mejorando su calidad de vida y la del resto de la población, porque las mejoras que introduce el proceso de amigabilidad benefician a personas de todas las edades. Por ejemplo, si mejoramos las zonas verdes de una ciudad, adecuamos un parque público para que sea accesible, tenga fuentes donde poder beber y bancos con respaldo donde poder descansar, habremos mejorado ese parque para toda la población.

Además, desarrollar procesos participativos contribuye a acercar el gobierno municipal a la ciudadanía, favorece el conocimiento de la realidad y también la responsabilidad ciudadana.

Participar en una red mundial, facilita también el acceso a información compartida con una amplia comunidad en muchos países, así como oportunidades de colaboración con otros organismos, personas expertas, etc.

 

En vuestro funcionamiento poneis el centro en la participación efectiva de las personas mayores. ¿Cómo se garantiza e implementa?

 

Así es, la participación de las personas mayores en el proceso de mejora de un municipio para contar con entornos amigables es la base desde la que parte la propuesta metodológica de la OMS.

Esta participación se articula inicialmente a través de grupos focales, donde personas mayores valoran las fortalezas y debilidades del municipio en torno a las ocho áreas de trabajo. Así se facilita la elaboración del diagnóstico y la aportación de propuestas por parte de las personas mayores al plan de acción municipal que diseñará el ayuntamiento partiendo del diagnóstico inicial. También se promueve la implicación de las personas mayores en el proceso de desarrollo e implementación del plan, así como en su seguimiento y evaluación de manera que tengan información sobre sus avances y resultados.

 

En los últimos años está en auge el concepto de economía de la longevidad o silver economy. ¿En qué medida puede influir en la Red en cuanto a las motivaciones de sus futuros miembros?

 

Creo que, aunque la economía de la longevidad y la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores son conceptos y aproximaciones diferentes a la realidad de la edad y el envejecimiento poblacional, podemos encontrar algunos objetivos comunes. Yo destacaría que ambos se enmarcan en el bienestar de las personas mayores en general, y en mirar en positivo este proceso que hoy es una realidad, y es que la población es cada vez más longeva y nuestras poblaciones tienen unos porcentajes más amplios de personas mayores. Esto puede suponer un reto para algunas políticas que tienen que adaptarse pero, si lo vemos en positivo, sin duda son también oportunidades. Desde la silver economy, para aprovechar las oportunidades empresariales y de negocio que esto entraña, que son muchas; y desde la Red de ciudades, para hacer sociedades más inclusivas para todas las edades y capacidades y que no se excluya a nadie por razón de edad o capacidad y, en ambos casos, abordando temas concretos en particular (prevención, amigabilidad, soledad no deseada, edadismo, envejecimiento saludable…).

Además, como he comentado al principio, una de las características de la propuesta de la OMS es la participación de diferentes actores y sectores en la creación de entornos amigables, y ahí se incluyen, por ejemplo, las empresas de servicios. Buscar vías de colaboración y compromiso con el tejido empresarial, con la economía de la longevidad, puede reforzar y fortalecer los procesos de amigabilidad ampliando su impacto.

 

¿Cuáles son ahora mismo y a futuro los grandes retos de la Red de comunidades y ciudades amigables en España?

 

Las posibilidades y retos que ofrece el impulso y coordinación de la Red son enormes, pero quizás los principales retos en este momento son:

  • Continuar creciendo y consolidando la Red en España, aumentando el número de ayuntamientos adheridos a la Red con un compromiso sólido de trabajar en la creación de entornos amigables con las personas mayores.
  • Contribuir a la atención y cuidado de las personas mayores más vulnerables en comunidades amigables que fomenten las redes comunitarias, el apoyo mutuo, la cooperación y la solidaridad entre generaciones.
  • Promover y mejorar la evaluación: conocer los resultados, las evidencias y los aprendizajes de las actuaciones en la Red para mejorar la amigabilidad de los entornos y fomentar el diseño de políticas públicas basadas en la evidencia. Y aquí tenemos dos aportaciones importantes
    • En breve vamos a publicar una guía sobre recomendaciones para la evaluación en la creación de entornos amigables.
    • Además, acabamos de finalizar un estudio que analiza en profundidad los diagnósticos y planes de acción municipales de que disponemos. Creemos que es una fuente de información muy valiosa para conocer de primera mano las necesidades, demandas y propuestas de las personas mayores desde su día a día en el contexto local en el que viven. El reto es difundir y aprovechar las conclusiones de este estudio, que puede ayudar en la planificación de políticas públicas orientadas al envejecimiento y a las personas mayores.
  • Aumentar la visibilidad de las personas mayores en la Red, su participación y contribución en los procesos de amigabilidad.
  • Visibilizar y aprovechar mejor el carácter internacional de la Red. Ya mantenemos una estrecha colaboración con la OMS y el Imserso participa de forma activa en todas las actividades de la Red Mundial y somos referencia para muchos países.

 

Por último, me gustaría destacar el esfuerzo y la calidad del trabajo que están realizando muchos ayuntamientos de la Red para mejorar la amigabilidad de sus municipios contando con las personas mayores en el proceso y contribuyendo a transformar, no solo los entornos sino la forma de trabajar en el proceso.